Unidad de Ginecología Orgánica y Funcional

GINECOLOGÍA

Orgánica y Funcional

¿Qué te ofrecemos?

En la Unidad de Ginecología Funcional  se ofrece asistencia a la mujer en las distintas etapas de su vida: adolescencia, edad fértil y menopausia.

La pubertad representa una etapa de transición entre la infancia y la vida adulta y, en ella, se producen una serie de cambios tanto físicos como funcionales que conducen al inicio de la madurez sexual. Este periodo se produce entre los 10 y los 16 años y en él tiene lugar la aparición de la primera regla, el crecimiento de las mamas, el desarrollo del vello, la aparición de acné y la aceleración del crecimiento. Todos estos cambios hacen que las pacientes adolescentes tengan unas necesidades diferentes, por ello en nuestro equipo consideramos importante que reconozcan los cambios normales de aquellos que puedan suponer una alteración.

Alteraciones

Pubertad precoz

Es el comienzo de la pubertad en una edad menor que la habitual en la población normal. Se manifiesta por la aparición del desarrollo mamario antes de los 8 años acompañado de otros signos como vello púbico o menstruación. Esta entidad requiere un estudio completo y exhaustivo, ya que hay que diagnosticar correctamente su causa y tratar a la paciente, para evitar alteraciones posteriores en su crecimiento y desarrollo.

Pubertad tardía

Situación en la que no han comenzado los cambios característicos de la pubertad después de los 14 años, siendo el más fácil de identificar la no aparición de la primera regla una vez cumplidos los 16 años.

Transtornos mentruales

Las irregularidades del ciclo y la aparición de vello y acné son los problemas ginecológicos que se observa con más frecuencia en la adolescencia y pueden suponer un importante estado de ansiedad en la adolescente y sus familiares.

Dismenorrea

El dolor con la regla es muy frecuente en las adolescentes, dolor que puede ir acompañado de nauseas, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, lipotimias y cambios en el humor. Se debe consultar si este dolor interfiere con su actividad habitual.

Patología en el desarrollo mamario

Referido a alteraciones en tamaño y forma de pezón, areola y mama.

¿Por qué realizarse revisones?

La pubertad suele ser la edad de inicio de las relaciones sexuales, por lo que es importante una buena información y asesoramiento a los adolescentes sobre sexualidad, enfermedades de trasmisión sexual y métodos anticonceptivos.

Tras la adolescencia, una vez completado el desarrollo físico y psicológico, la mujer se encuentra en la plenitud de sus capacidades y encara su proyecto de vida en el que le surgirán dudas y necesitará asesoramiento.

Por ello, durante la edad fértil es importante realizarse revisiones ginecológicas anuales.

Revisiones ginecológicas

Entrevista personal con tu ginecólogo/a mediante el que se conocen los antecedentes y el estado de salud actual de la paciente.

Exploración general y ginecológica en la que se evalúan los genitales externos (vello, labios mayores, clítoris), la vagina y el cuello uterino.

Citología: es una prueba rutinaria que consiste en la toma de células del cuello del útero para el diagnóstico de lesiones precursoras de cáncer e infecciones.

Ecografía ginecológica: prueba basada en ultrasonidos que nos permite visualizar los genitales internos (útero, trompas y ovarios) de la mujer. Se suele realizar por vía vaginal o abdominal, aunque en determinadas ocasiones puede realizarse a través del recto.

 Exploración mamaria para determinar sus características y detectar cualquier anomalía. La exploración puede complementarse con la solicitud de una prueba de imagen (ecografía o mamografía).

Información sobre métodos anticonceptivos: Existe una gran variedad de métodos anticonceptivos, cada uno con sus indicaciones, ventajas, inconvenientes y grado de eficacia. Por todo ello, a la hora de recomendar un método anticonceptivo es muy importante elegir aquel que mejor se adapte a la situación y necesidades de cada mujer.

 Información sobre la vacuna del Virus del Papiloma Humano, ya que un correcto control ginecológico, una adecuada salud sexual y una correcta vacunación ayudan a prevenir el cáncer de cuello de útero.

GINECOLOGÍA

Orgánica No Funcional

Miomas uterinos

Quistes ováricos y Tumores ováricos benignos.

Pólipos endometriales

Los pólipos endometriales son tumoraciones en el interior del útero (endometrio) y pueden ser pequeñas como la semilla de sésamo o grandes como una pelota de golf. La mayoría no son cancerosos. Pueden ser asintomáticos en un principio, y su síntoma más característico es el sangrado bien intermenstrual o a modo de reglas largas y abundantes. A veces son causa de infertilidad y de esterilidad.

El diagnóstico de sospecha es ecográfico pero siempre se debe confirmar mediante una histeroscopia diagnóstica en nuestra Unidad antes de proceder a la resección del mismo por vía vaginal y a su estudio anatomopatológico.

Para evitar recidivas podría estar indicado un dispositivo intrauterino (DIU) hormonal.

La enfermedad inflamatoria pélvica (EPI)

Se define como la infección del tracto genital superior donde de forma característica las trompas de Falopio se encuentran afectas. Es una infección severa, cuyo diagnóstico debería ser considerado en toda mujer en edad reproductiva con dolor pélvico para así evitar secuelas como la infertildad o el dolor crónico.

Factores de riesgo
  • Edad menor a 25 años por la alta prevalencia de ETS (enfermedades de trasmisión sexual)
  • Múltiples compañeros sexuales, la no utilización de métodos barreras.
  • Uso de ACO por el cambio que pudieran producir en el cérvix uterino.
  • Historia previa de ETS y de vaginosis.
  • La práctica de maniobras como la histerosalpingografía, inserción de DIU, histeroscopia, etc, que pudieran ocasionar una EPI yatrógenica.

 

Es una infección polimicrobiana, cuya vía de trasmisión fundamental es la ascendente a partir de gérmenes acantonados en cérvix.

En cuanto a la clínica, la presentación es variada desde asintomática a la forma más común que sería la forma aguda, en la cual la paciente refiere dolor pélvico y poca afectación general. A veces acompañada de fiebre.

Sintomas
  • El dolor en hipogastrio es el síntoma más frecuente (95%).
  • Aumento del flujo vaginal o flujo de características anormales(74%).
  • Sangrado anormal(45%).
  • Síntomas urinarios(35%).
  • Náuseas y vómitos(14%).
  • Como signos asociados posibles serían fiebre, leucorrea, masa pélvica o incluso los propios de una peritonitis.

 

Diagnóstico y pruebas adicionales

El diagnóstico de es fundamentalmente clínico

Hemograma

Pruebas complementarias adicionales serían el hemograma, pues en más de las dos terceras partes de pacientes aparece leucocitosis mayor de 10.000, PCR y VSG elevadas en 80% de casos, cultivos vaginales y endocervicales y la ecografía transvaginal pondría en evidencia la existencia o no de un hidrosalpinx o de masas tuboováricas compatible con absceso

Laparoscopia

Es la prueba “gold estándar” , aunque habría que valorar las ventajas e inconvenientes. Por supuesto es obligada una serología para descartar infecciones de VIH y de hepatitis B y C.

Tratamiento y complicaciones

Ante la sospecha de EPI se debe instaurar tratamiento antibiótico empírico y medidas de soporte de forma precoz para evitar las secuelas, incluso en casos de infecciones leves. El tratamiento suele ser hospitalario, aunque las formas leves pueden tener la posibilidad de tratamiento ambulatorio.

En cuanto a las complicaciones, la más importante es la infertilidad. Otras serían el dolor pélvico crónico, el absceso tuboovárico, infecciones recurrentes, aumento de la incidencia de gestación ectópica y su relación con un aumento de partos pretérminos y de morbilidad materno fetal.

 

Malformaciones del aparato genital femenino

Se definen como tal a las anomalías en el proceso de formación que afecta a trompas, útero, vagina e introito vulvar, con o sin afectación ovárica, del sistema excretor urinario, esqueleto pélvico o de otros órganos asociados. Quedan excluidas las anomalías de la determinación sexual.

Dentro de este grupo estarían:

Malformaciones vulvares.

Malformaciones vaginales.

Malformaciones uterinas.

Los síntomas varían dependiendo del tipo, desde amenorrea y dolor menstrual sin hemorragia en un himen imperforado hasta abortos de repetición o de esterilidad en algunas malformaciones uterinas, tales como los trastornos de resorción del tabique antimülleriano, los úteros con tabique total o parcial o las malformaciones cérvico-ístmicas, estas más infrecuentes.

El tratamiento de estas anomalías congénitas sería quirúrgico, como ocurre en los casos de úteros con tabique mediante cirugía histeroscópica. Así evitamos complicaciones futuras como serían los abortos de repetición y complicaciones obstétricas como las presentaciones anómalas, distocias dinámicas parto prematuro y anomalías en el alumbramiento.

COMPROMETIDOS CON EL PACIENTE

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